22 oct 2007

Los chicos malos

Por: Julio César Londoño
Los chicos malos
Octubre 06 de 2007

Hay dos muchachos que nos tienen a todos con los pelos de punta. Y no es para menos: a pesar de su juventud, tienen la sartén por el mango y ya exhiben currículos inquietantes. Juan Carlos Abadía tiene 28 años, es administrador de empresas, hijo de Carlos Herney Abadía Ocampo, el padrino político de Juan Carlos Martínez, padrino a su vez de Juan Carlos Abadía. Don Carlos Herney fue condenado en el Proceso 8.000 por haber recibido dineros del Cartel de Cali, se fugó de la casa fiscal donde purgaba su pena y fundó luego el Movimiento Popular Unido, que avaló en el 2002 a los ‘parasenadores’ Miguel de la Espriella y Eleonora Pineda, ambos "en Canadá’ hoy.

Juan Carlos Abadía cuenta con el apoyo de Convergencia Ciudadana, movimiento que tiene cinco de sus siete congresistas involucrados en el berenjenal de la parapolítica. Los analistas coinciden en que su campaña gasta demasiado, que luce “muy desarticula-do” en los foros, que los gastos asignados del Concejo de Cali crecieron 50% durante su presidencia y el control fue tan laxo que Apolinar hizo lo que hizo. Si es así, como va a ‘cuidar’ al Departamento ¡qué Dios nos tenga de su mano!

Juan Carlos Martínez pasó de pequeño comerciante de Buenaventura a omnipotente senador de la República en sólo diez años. La Corporación Arco Iris lo señala como “beneficiario de altas votaciones en sectores del Valle dominados por paramilitares”. Tiene trece alcaldías en Cauca y Valle, el Consulado de Panamá, la gerencia nacional de Invías, la dirección de la CVC y la oficina regional del Incoder (Putumayo, Nariño, Cauca y Valle), cuyo director fue destituido cuando se comprobó que les estaba entregando las tierras destinadas a la reparación de las víctimas de la guerra a reconocidos jefes paramilitares. A otro hombre de su cuerda, Carlos Quiñones, secretario de salud de Cauca, se le descubrieron $3.000 millones de sobrecostos en un contrato firmado por él (compraba acetaminofén a $5.000 la pastilla). Los que lo conocen dicen que Martínez evita figurar junto a sus candidatos porque es consciente de que su imagen los perjudica.

Razón tienen los vallunos en preocuparse, máxime cuando ciertas mediciones dan como gran favorito a Abadía. Pero yo no creo en la holgura que estas encuestas le atribuyen a tan "listo" muchacho. Estoy seguro de que los vallecaucanos no seremos inferiores a las circunstancias y justo ahora que el Valle muestra los mejores índices de crecimiento económico en muchos años, no vamos a cometer la torpeza de elegir a Abadía. (Fuentes: Antonio de Roux, El Pais, 01.10.07. Revista Semana Nº 1319).

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